sábado, 19 de enero de 2013

Lance Amstrong: La Trampa vale mucho dinero


El Dopaje en el Tour ( Kilómetros o doping esa es la cuestión)

Si hoy, al igual que ha pasado con Armstrong y sus muestras congeladas, se tuviese la posibilidad de analizar la sangre y orina de los diferentes ganadores del Tour en los últimos 50 años, todos, sin excepción alguna, serían desposeídos del triunfo y de la gloria que les dio en su día la victoria final en la carrera francesa.

Lo que está dejando claro Lance,  en sus millonarias declaraciones en el programa de la gran Oprah, que las vueltas de tres semanas, son inabordables sin suplementos químicos que ayuden a mejorar el rendimiento.

El como era ambicioso y quería ganar, pues se tomaba más que el resto de compañeros de equipo. Y con estas ayudas médicas, químicas o como se quieran llamar, Lance consiguió batir el record de tour, tanto en número  como en forma consecutiva, y los cinco de Mercx, Hinault y Indurain, se quedaron en segundo lugar en el palmarés de la ronda gala, ante los siete que de forma consecutiva ganó el ciclista norteamericano.

Fueron siete años de triunfos y siete años de sospecha de trampa. Pero ningún análisis ni contraanálisis fue capaz de detectar en el cuerpo de Lance sustancia dopante alguna, así que algo me ha quedado claro, es que la trampa, esa que da la gloria y el dinero, siempre ha ido delante de la investigación.

Y ahora, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, que me temo no saldrá de la mano ni de Mercx, Hinault y Indurain, como ganadores de cinco tours cada uno,  y de otros a los que la campana en su día les salvó de ser desposeídos del título, como a Perico y al desaparecido Pantani.

Más cerca en el tiempo, y por lo que ha significado para el deporte español, tenemos el positivo de Alberto Contador en el tour de 2010, donde un filete comprado fuera de los dominios gastronómicos de la boucle francesa, dio con  una sustancia dopante en la sangre del ciclista de Pinto. Yo creería al pintense, sino fuera porque recuerdo aquella cara entre lágrimas una vez no perdido el liderato en la última contrareloj de aquel tour de 2010. El rival el pequeño de los Schlek, poco ducho en esta especialidad contra el crono, y que sin embargo le tuvo en jaque durante la primera parte del recorrido, y no por hacer una etapa de escándalo, pues quedó más allá del puesto 40. Está claro, que todo ciclista sabe de su positivo antes de que se haga oficial, y Alberto había tenido  el último control 3 días antes de la crono, por lo que por diversos motivos, unos emocionales y otros” vitamínicos”, en aquella etapa no dio el rendimiento en él acostumbrado. El año anterior, en la misma etapa contra el crono,  luchó hasta el final por el triunfo de etapa.

Yo no pido la barra libre de todo tipo de sustancias dopantes, pero creo se hace necesario se levante la mano en alguno de esos productos que ayudan al ciclista y ayudan al espectáculo.  No me vale la comparación con los tiempos de antaño, donde Bahamontes, Poulidor y Gimondi, hacían gestas, y “no” tomaban nada, y  no me vale porque el profesionalismo del ciclismo, hoy es quién manda porque es el que paga, y ahora la prueba es de 3 interminables semanas, con etapas llanas de cientos de kilómetros, donde antes los ciclistas descansaban y hoy sufren más desgaste que en las etapas de alta montaña.

Doping o menos kilómetros, esa es la cuestión.

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