Valores Santander: Un “me
quedo” el 60% de su inversión
Corría el verano de 2007, y papá banquero estaba nervioso. La liquidez
estaba tocando a su fin, y había que buscarse una vía de financiación, pues de
otra forma, no habría forma de devolver tanta deuda comprometida.
Y se pensó que, los clientes, benditos clientes, fuesen los que
viniesen al rescate. Para ello, nada mejor que entrar en el capital de uno de
aquellos bancos (ABN AMRO) que empezaba a estar ahogado por la recién iniciada crisis financiera mundial, y de esta forma
enmascarar las necesidades reales de hacer caja.
Así que se buscó 2 (RBS y FORTIS) socios --ambos por cierto bastante
tocados--, y entre los tres hicieron la compra del siglo. El de aquí,
posicionado en Estados Unidos y bastante en Sudamérica, solo buscaba Brasil,
pero tenía que llevarse algo más, y en este caso tuvo que apencar con la
división transalpina, a la que soltó a
las primeras de cambio.
Y se sacaron de la chistera, unos VALORES SANTANDER, que había que
“endiñar” a los clientes a toda prisa, y que por suerte, para ellos y no para
sus clientes, no dependían de ningún test de inversor, que luego pudiese ser
una prueba fehaciente de mala comercialización y de devolución futura vía
juzgado para muchos de los 129.000 clientes afectados por este producto.
Con todo ello, aquel verano de 2007, fue la preparación para la venta
de 7.000 millones de este producto, del que los clientes, 5 años después, han
visto restituidos únicamente el 40% (¡Perdiendo hasta la fecha el 60%!). Claro
que esto no es una quita, esto es un robo y de los más grandes.
Hoy ese google que todo lo busca, ha puesto en mis manos, el
tríptico de condiciones de este
producto, y como es enrevesado se miré y se lea por donde se quiera. Me ha dado
por imaginarme al colega de profesión, llamando aquel mes de septiembre a sus
clientes y ofreciendo semejante joya de rentabilidad.
Creo que así comenzaría la
llamada:
-Buenos días. ¿Podría hablar con Rinconete Gómez?
-Si soy yo, pero ¿quién me llama?
-Disculpe Don Rinconete, soy Cortadillo Sanz, el Director de su banco,
y le llamo porque tengo una oferta muy buena que hacerle
-Pues dígame, y luego le contestaré
-Mire D. Rinconete, como bien sabe, nuestro banco está en expansión
continua, y prueba de ello, es que tenemos presencia en medio mundo, pero ahora
queremos abarcar un poquito más, y hemos decidido comprar la división de un
gran banco en Brasil e Italia, países en los que hasta la fecha estamos poco
introducidos…
-Mandeee, y eso a mí que me importa, si yo no lo voy a comprar…
-Ahí quería llegar yo Don Rinconete, usted no, pero el banco sí, y para
ello necesitamos el apoyo de nuestros clientes
-Pero si yo solo dispongo de una pequeña cuenta corriente, y de 20.000
€ a plazo fijo ¿Qué puedo comprar con
eso?
-Sus 20.000 euros D. Rinconete, pueden ser muy importante para el banco
y muy rentables para usted. Sí porque aquí usted, además de obtener un alto
interés el primer año de hasta un 7,50% TAE, si al final no se compra el banco
Holandés, dentro de un año le devolvemos su inversión, y el interés prometido.
Sabe lo que creo, que el año que viene el banco le devolverá todo, pues no creo
que el Banco Central de Holanda se deje robar semejante joya. Pero si al final
se lleva a efecto la compra, que ya le digo que tengo mis dudas, tampoco debe
de preocuparse mucho por su inversión, pues el banco, automáticamente canjeará
sus 20.000, por obligaciones necesariamente convertibles en acciones ordinarias
Santander de nueva emisión, sin haber reembolso del nominal invertido en
efectivo
-Mande…
-Nada D. Rinconte, que se lo explico, porque es mi obligación, pero
todo lo que le digo es paja y más paja. Aquí lo subyace es que usted el primer
año se va a llevar el 7,50% TAE, y que luego si se compra el banco holandés,
durante los siguientes cuatro años, le vamos a pagar el Euribor + el 2,75%, que
es bastante más rentable que un depósito e igual de seguro
-Mande…
-En fin D. Rinconete, que esta es la inversión de su vida, y que no
debe de perder esta oportunidad que le brinda su banco. Entonces, ya que veo
que me comprende y que ha comprendido esta maravillosa inversión, que le parece
que le traspase los 20.000 € del plazo fijo.
-Mande…
-Lo dicho D. Rinconete, le abro esta inversión por los 20.000 € que
usted me ha dicho, y quedo a la espera de que se pase para firmar. Muchas
gracias y le espero en la oficina.
-Mande…
Un año después:
-Buenos días, soy D. Rinconete Gómez, y tenía una cita con el Director
-Pase, le está esperando en el despacho
-D. Rinconete, buenos días, le estaba esperando. Necesitaba decirle que
su inversión va tal y como le dije, es decir, ha cobrado usted 3 cupones trimestrales
de ese alto interés del primer año, en octubre cobrará el próximo, y luego,
como el banco al final compró ABN AMRO, pues su dinero, ahora son OBLIGACIONES
CONVERTIBLES EN ACCIONES. Estaba claro que iba a ser así, y así se lo dije ¿lo
recuerda verdad? Al final recuperará su inversión en cinco años, y mientras
tanto, se puede beneficiar de la alta rentabilidad que le ofrecen las
Obligaciones Convertibles.
-Pero D. Cortadillo, le dije que a lo mejor lo iba a necesitar antes de
los 5 años porque…
-No sé preocupe, que si lo necesita, está el periodo voluntario los 4
de octubre de 2008, 2009, 2010 y 2011 de canjearr los Valores que usted compró
en Obligaciones Convertibles en Acciones, eso sí, en el momento que los canjee
usted deja de recibir la renta trimestral que le pagamos para el resto de los 4
años, que es una bicoca para los tipos actuales
-Y cuanto cobraré
-Pues nada más y nada menos que el Euribor + el 2,75%
-Y eso es mucho?
-Mucho no, muchísimo D. Rinconete
-Y después?
-Pues al quinto año, le devolveremos su dinero en unas acciones que
valdrán mucho más que ahora, y usted ganará un fortunón
-Pero si le dije que no quería acciones, le dije que yo quería
depósitos
-Pues eso, esto es un depósito, pero algo diferente de los
tradicionales
-Gracias, y tendré que esperar a hacer la reforma de mi casa en 2012
-Ya verá como para esa fecha, el dinero que usted invirtió el año
pasado, va a ser mucho más del depositado
Octubre de 2012:
-Papaaaaa, coge el teléfono, te llaman del banco, es el Director que te
quiere decir algo.
-Buenos días D. Rinconete, me llamo Sebastián Jiménez, soy el nuevo
Director de su banco, y me gustaría tratar con usted un tema muy importante ¿se
puede pasar hoy mismo por la sucursal?
-Pero, y D. Cortadillo ¿ya no está?
-No, el Sr. Cortadillo es ahora Director de Zona, ya que su labor al
mando de esta oficina ha sido tan brillante, que los superiores han decidido
ascenderle. Entonces le espero mañana a las 12:00 ¿le parece bien?
-Vale, a las 12:00, allí estaré.
Al día siguiente:
-Buenos días, tenía cita con D. Sebastián
-Pase usted a su despacho, D. Sebastián le esté esperando
-Se puede
-Pase usted. D. Rinconete, supongo.
-Supone bien Sr. Director
-Pero llámeme Sebastián
-Así lo haré D. Sebastián
-Se preguntará usted cual es el motivo de esta cita
-Me imagino que como me vence esa inversión de hace 5 años, pues usted
me ha llamado para ver que podemos hacer, y donde lo podemos meter este año
-Claro que si, la llamada tiene que ver con aquella inversión, pero no
para que la renueve, pues lo que tiene usted son acciones, sino para que usted
las mantenga y no se le ocurra venderlas.
-Pero yo quedé que el dinero lo necesitaba en efectivo
-Y claro que lo va a tener en efectivo, pero ahora no es mejor momento
por la inestabilidad de los mercados
-Pero a mi no me advirtieron de riesgo alguno, nadie me hablo de
mercados, y solo me dijeron iba a cobrar un 7,50% anual el primer año, y luego
el Euribor + 2,75% los cuatro restantes, para al final recuperar mi inversión
del 100%.
-Claro que así le dijeron, y le dijeron muy bien. Pero en aquellos
tiempos, nadie se imaginaba que en 2012 íbamos a estar inmersos en una crisis
tan fuerte, y que las acciones del Banco de Santander, iban a tener un
retroceso tan exagerado en los mercados.
-Entonces si necesito mi dinero ¿que tengo que hacer?
-Vender las acciones, que le hemos adjudicado al 116% de la cotización
que las acciones tuvieron en 17 de septiembre de 2007, que era de 12,56 €, y
que ha resultado ser de 14,57 €. Así que si dividimos los 20.000 €, que usted invirtió
en 2007, por el precio de la acción (14,57€) asignada a la que usted se comprometió
cuando hizo la inversión, resulta que a usted le corresponden 1.372 acciones. Y
ahora si multiplicamos la totalidad de acciones que usted tiene que son 1.372
por el valor de la acción 5,73 €, nos da
un efectivo total a recuperar de 7.865 €.
Así que ya sabe que lo mejor es esperar a que suban los títulos, que
creo que no tardarán mucho.
-Y si…
-D. Rinconete, confíe usted en nosotros, y verá que bien le sigue
yendo. Y ya le digo, mientras usted no venda, por lo menos de momento, usted no
pierde. A su disposición para lo que necesite.
De este maravilloso producto, poco se sabe, pues la prensa no ha creído conveniente divulgar esta información, pero si alguno de los grandes de comunicación, en algún rincón de su periódico se ha hecho eco de esta noticia, en ningún caso han tildado este producto como estafa.