Qué la familia López, tiene una vena mental por encima de la media, de eso no cabe duda, pero que esa vena, además de ser graciosa, es ingeniosa, de eso menos duda cabe todavía.
Y encabezando esta jaula de grillos, como no podía ser de otra manera, el progenitor y hermano mayor José Antonio, persona muy dada a recordar nombres extraños y pegadizos, que alguna vez fueron alguien, y que hoy, si no fuera por ese machaconeo constante, por lo menos en nuestra familia, nadie se acordaría de ellos.
Ya que estamos en plena vorágine olímpica, voy a retroceder en el tiempo, y me voy a situar en Munich 72. En aquellos Juegos Olímpicos, empezó a despuntar una niña de Alemania del Este, de apenas 14 años, que logró un botín de 4 platas, aunque 3 de ellas fueron formando equipo con la GDR (German Democratic Republic) o DDR (Deutsche Demokratische Republik). En aquellos juegos, la disciplina soviética se impuso en el medallero a la occidental, y Rusia con 50 oros y un total de 99 medallas, estuvo muy por encima de EEUU, que obtuvo 33 oros, sobre 93 medallas. Pero nos solo fue Rusia la que encabezó la supremacía de los países del Este, allí estuvo la Alemania del Este, que con 20 oros, sobre un total de 66, tumbó a la Alemania próspera y organizadora de estos juegos, que se quedó en 13 oros sobre un total de 40.
Pero el nombre propio de aquellos juegos olímpicos fue el nadador Norteamericano Marc Spitz, que se embolsó 7 oros.
Pasada la Olimpiada de turno, llegamos a 1976, y a la ciudad canadiense de Montreal, y aquí, ya con las teles en color, todos recordamos a la gran Nadia Comaneci, que con 14 años, y 7 dieces en la puntuación de barras asimétricas, algo que nunca se había visto hasta entonces, fue la gran triunfadora de aquellos juegos, con 5 metales, de los que 3 fueron de oro, una de plata y otra de bronce.
Pero por encima de ella, en metales de oro, y con la misma cantidad de medallas, estuvo _________ _____, la nadadora de la DDR, que en Munich se quedó en la plata, y que aquí con 18 años, se fue hasta 4 metales de oro, de los que 3, fueron en pruebas individuales.
KORNELIA de nombre y ENDER de apellido, era ella, y para casi todo el mundo, menos para los López, aquella niña de 18 años fue una más de aquellos deportistas del Este que iban de testosterona hasta las trancas.
En aquella época, todo el mundo, por lo menos en la familia López y allegados, era KORNELIA, y no porque se recordasen sus recientes medallas, sino porque Jose, el mayor de los hermanos, siempre encontraba el momento para recordar a KORNELIA, pues para él, desde el día que tuvo conocimiento del nombre de esta estupenda nadadora, la mujer, fuese o no fuese conocida, pasó a llamarse siempre KORNELIA.
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