domingo, 15 de abril de 2012

Primero las mujeres y los niños de....... Primera

Eran las 02:20 minutos, de un 15 de abril de 1912, cuando el Titanic, después de luchar alrededor de 3 horas contra su destino, no pudo más, y terminó con sus hierros a más de 4.000 metros de profundidad.

El barco se hundió, y con él se fueron 1512 vidas, que previamente habían jugado a una ruleta rusa muy particular donde los tambores de las pistolas de los varones mayores de 18 años estaban al completo de munición, cosa que ocurrió también, aunque en menor medida con una parte importante del pasaje de inferior clase, es decir con los pasajeros que iban en tercera. La tripulación conforme a la ley y buen honor que se presupone a los marinos, fue la que peor suerte tuvo en este peligroso juego.

Este disparo de la muerte, de esta figurada ruleta rusa, alcanzó a 122 (118 H y 4 M) pasajeros de Primera, 165 (149 H + 14 M + 1 N) de Segunda, 544 (410 H+ 81 M+ 53 N) de Tercera y 686 miembros de la tripulación.

Evidentemente esta desigualdad numérica se debía a que el pasaje se incrementaba con la pérdida de categoría, es decir, en primera iba mucha menos gente que en segunda, y en segunda mucho menos que en tercera.

Los porcentajes en cuanto al premio de la vida fueron: el 60% de los pasajeros de primera, el 41 de segunda, el 24 de tercera y el 22 por ciento de los trabajadores del barco.

Una menor perdió la vida de los 29 que iban en el pasaje de primera y segunda clase, y fue porque no quiso separarse de su madre; sin embargo de tercera perecieron 53 menores de los 76 que viajaban en el barco. Con las mujeres ocurrió algo parecido: En primera murieron 4 de las 143 que viajaban y tres de ellas porque se quedaron voluntariamente con sus maridos; en segunda murieron 15 de las 93, y de tercera, 81 de las 179 que se dirigían al Nuevo Mundo.

Dicen que el dinero no da la felicidad, pero en el caso del Titanic y en muchos otros, te ayuda a tener un final feliz.

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