sábado, 27 de abril de 2013

213 MILLONES DE RAZONES PARA SEGUIR SIENDO GRANDES


Diario de un Bankiero: 25 de abril de 2013

-Buenos días Jesús
-Buenos días Luis
Son las 5 horas y 45 minutos, y acabo de cruzar la caseta del vigilante de la urbanización. Por delante 20 minutos de camino y un pinar a bordear hasta llegar a la estación.
El silencio de la noche, solo lo interrumpe de vez en cuando el rugir de algún coche que a toda velocidad se dirige hacia la N-VI. Es muy temprano y todavía la ciudad no se ha despertado.
Cuando bordeo el pinar, clavo la vista en el camino, y evito mirar la oscuridad que viene de sus adentros. Alguna película de esas, donde alguien va corriendo por un camino oscuro y otro-- siempre uno muy malo--, le persigue,  me viene a la mente. Pienso que eso es cine, y que no es real, pero la sugestión es grande, y los ruidos sicopáticos se suceden.
Entre ruidos mentales, y ruidos reales, estos por cierto,  casi imperceptibles, llego a la altura de Factory. El pinar y los árboles que cobran vida por la noche ya quedaron atrás, y mis miedos también. Como todos los días y a la misma hora, un coche de una compañía de seguridad, se encarga de que los aluniceros no revienten alguno de los escaparates de este centro comercial
Sigo hasta la siguiente rotonda, ya queda menos para la estación. Ahora sí, vuelvo a la realidad, y empiezo a pensar en lo sucedido el día anterior. Bankia presentó las  cuentas de 2013, y estas han ido en consonancia  con lo que el Presidente dijo allá por el mes de noviembre: “Bankia en 2013 volverá a dar beneficios”. Y sí, Bankia ha dado beneficios en el primer trimestre de 2013.
La otra gran noticia del día anterior,  es la paliza que el equipo de los 500 MM de presupuesto se ha llevado en Dormunt. El martes fue el el Barsa y ayer el Madrid. Algo está cambiando en el fútbol, pues las huestes del caballote por fin nos ponen las pilas. Ellos llevan años con recortes y agazapados, y los dos grandes del fútbol español, gastando lo que no ingresan. Se acabo la hegemonía de Madrid y Barsa, bienvenido Bayer y Borussia. A ver si en este país, desaparecen gente tan fantoche como el Sr. Pérez y el Sr. Rosell, y los clubes se empiezan a gestionar como empresas y no como ministerios.
Ya he llegado a la estación. Entro en la sala de espera, miro el luminoso y veo que a mi tren todavía le quedan 8 minutos para salir. Me siento en el banco, cerquita de uno de los radiadores y espero hasta que el contador baje a los 2 minutos. En ese momento salgo de la sala, y en ese momento suena la chicharra que anuncia que el tren que va a Aranjuez llegará en 1 minuto y que se estacionará en la vía 5. Es la rutina de todos los días.
Me subo al tren, y como siempre busco los asientos laterales, estos no tienen cerca otro asiento enfrente y me dejan estirar las piernas sin molestar a nadie. Cojo el móvil, y me pongo a buscar en internet noticias. Esta vez busco las de economía, y no le doy con miedo al botón. Creo que hoy nadie hablará mal de Bankia, así que espero a que se abra la página de internet. Después de 45 segundos, y ver que la progresión de la raya que marca la apertura de la página está parada, decido abortar esta solicitud. Busco los libros que mi cuñado Juan me metió en el móvil, y retomo  “las alas del Aguila”. --Ross Perot está apunto de contratar un comando que libere de la cárcel a los 2 empleados de la EDS,  que injustamente el gobierno de un desgastado Sha de Persia ha metido en chirona--. Por megafonía avisan que la próxima parada es Valdemoro, así que me quito las lupas, guardo el móvil, me abrocho el botón de la americana y cojo el maletín.
Son las 07:25 minutos, y la ristra de autobuses que sale a las 07:30 minutos está esperando a pie de estación. Al subir percibo que no hay radio dando las noticias, y pienso que es mala suerte, pues para una vez que las noticias iban a hablar bien de Bankia, va y resulta que la radio está desconectada. Hoy no es un hombre el conductor, hoy es una mujer, por lo que entiendo que no tenga puestas las noticias, y es que, para lo que hay que oír, mejor no ponerla Y en eso, las mujeres son mucho más inteligentes que los hombres. La doy los buenos días, tico mi billete, y mi mirada se clava en el pedazo de libro que tiene entre sus manos. Ahora entiendo el por qué de la radio apagada. A las 07:30, el contador de voz del autobús anuncia la salida, y detrás del mío, el resto de autobuses se ponen en marcha. La caravana se va hasta las 4 unidades, y todos, absolutamente todos, paran en la plaza de mi oficina. La distancia es de apenas 1 kilómetro, y las paradas hasta mi destino son cuatro.
En menos de cinco minutos estoy en la oficina. Como  todos  los días cierro la puerta del vestíbulo, abro la puerta de entrada, quito la alarma y me siento en el despacho.
Empiezo a pensar en todos los acontecimientos  recientes, le empiezo a dar vuelta a los 213 de Bankia, y me empiezo a acelerar. La maquinaria de motivación me dice que algo debo de decirle a los compañeros cuando lleguen. Uno tras otros se van incorporando a su mesa de trabajo. Allí solo se han escuchado los buenos días y poco más, pues estos días, la mente de todos está puesta en nuestros clientes Preferentes. Me levando, salgo del despacho, observo que nadie está en el vestíbulo y por lo tanto nadie me va a escuchar la voz que les voy a pegar. --Chicos y chicas, hoy nadie nos  va a toser, porque hoy hemos vuelto a la senda que nunca debimos abandonar. Hoy somos una ENTIDAD saneada que da beneficios,  y hoy empezamos a descontar la deuda que tenemos con todos los contribuyentes. 213 millones de razones para seguir siendo muy grandes--

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